¿Qué son las fotocopiadoras?
Se trata de aparatos que se ocupan habitualmente en corporaciones, oficinas e, inclusive, casas. El fin es hacer una reproducción, lo más exacta y fidedigna posible de algún documento, texto o imagen impreso sobre papel. Otros de sus usos son:
Ampliación. Consiste en el aumento, ya sea en toda la hoja o pliegos de papel de un tamaño especial del diseño en cuestión.
Reducción. Se trata de un proceso similar al anterior, pero con un resultado inverso.
Producción en masa. Se trata de contar con maquinaria, cuya capacidad de producción supere al millar o se maneje por millares. (¿más de un millar de copias en qué lapso?).
Su sistema de operación relativamente sencillo es otra de las ventajas principales que tienen las fotocopiadoras. Quien ocupa la fotocopiadora tiene, en realidad, un trabajo bastante fácil enfrente. Sólo se trata de colocar el documento que se quiera fotocopiar en la maquinaria, hacer la programación (“teclear” las instrucciones; lo cual es bastante sencillo) y todo lo demás le corresponde a la fotocopiadora. Con cierta brevedad el aparato sacará el juego de copias que se le han programado. Además de que diversos detalles, como la intensidad de la tinta sobre el papel o el formato también pueden indicarse.
Otro punto, poco mencionado y el cual se considera casi por sentando o implícito es la limpieza que ofrecen las fotocopiadoras: mientras que la máquina funcione de forma óptima, no existe ninguna razón para que los documentos deban aparecer impresos con manchones o segmentos de tinta corrida, por no mencionar que es muy difícil que una persona se ensucie la piel o la ropa.
Debemos recordar que antes de la invención de las copiadoras realizar una reproducción exacta de algún documento, en la medida de lo posible, resultaba bastante difícil, poco práctico e implicaba, además, la entrega de documentos sucios. Pensemos en los procesos de calca y el uso de hojas tipo carbón que dejan, de forma inevitable, manchas sobre la hoja en la que se está trabajando, así como sobre los dedos.
El lado positivo es que estos procesos han quedado en el pasado y la tecnología ofrece las formas más prácticas y ágiles de trabajo. Por ejemplo, con la correcta programación, podemos ahorrar papel imprimiendo a ambos lados de la hoja. Realizar este tipo de impresión y contar con una copiadora que nos lo permita, implica varias ventajas: primero, el ya mencionado cuidado ecológico, puesto que se requiere y se gasta menos papel.
En segundo lugar, el cuidado de la economía (si consideramos la cantidad de hojas que se gastan en una oficina durante un lapso de tiempo, supongamos un año, nos daremos cuenta del gran gasto que implica); una impresión a ambas caras de la hoja significa que se reducirá a la mitad la inversión en papel a largo plazo.
Debemos considerar que los modelos de fotocopiadoras fabricados en los últimos años han asimilado bien los avances tecnológicos, por ejemplo, la incorporación del láser o de elementos informáticos permiten obtener resultados altamente profesionales, ya sea en el tiempo de producción, como en la fidelidad de la copia. Por no mencionar otras ventajas como realizar impresiones desde una memoria USB o enviar documentos fotocopiados a una dirección de correo electrónico.
Contar con una maquinaria de este tipo, ya sea en una oficina, el hogar o una pequeña empresa que requiera labores de este tipo, representa una gran ventaja y un ahorro de tiempo, esfuerzo y trabajo.
A pesar de sus múltiples ventajas y de lo sencillo de su uso, no se deben omitir las reglas de seguridad más básicas; de lo contrario, en lugar de tener una herramienta de trabajo y producción para el hogar o la oficina tendremos una maquinaría potencialmente peligrosa.
Por lo que es importante leer a fondo y con sumo detenimiento el instructivo o manual de uso que incluye la máquina. Mucha gente acostumbra ignorar dichas páginas y aprender a usar la copiadora partiendo de la mera experiencia, una técnica práctica, pero que abre muchas posibilidades a accidentes y fallas técnicas.
Detalles básicos como colocar la cubierta protectora (la tapa) al momento de ocupar las fotocopiadoras son omitidos deliberadamente por un buen número de gente, quienes desconocen que un descuido como tal puede causar severos daños en la vista del usuario.
Sin embargo, las funciones de esta clase de aparatos no se limitan sólo a labores de oficina o empresariales, sino que con algo de gracia e imaginación es posible encontrarle nuevas funciones, por lo que el campo de acción bajo el que una persona puede utilizar la copiadora puede abrirse a actividades más lúdicas, divertidas o de tipo creativo, plástico o multidisciplinario.
Es posible que alguien aún tenga dudas respecto a cómo se puede ahorrar dinero utilizando una copiadora más allá de las opciones de copia que permiten evitar la merma de papel; un ejemplo distinto es el gasto en costosos cartuchos de tinta, por ejemplo, si se requiere imprimir varios juegos de un documento muy grande, la posibilidad de sacar fotocopias representa un ahorro económico considerable.
En lugar de imprimir diez veces un documento de mil páginas, éste se puede plasmar una sola vez, en un sólo juego, y sólo fotocopiarse los demás juegos que se requieran. De no hacerlo el gasto en cartuchos de tinta puede representar un desembolso de dinero considerable.
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