Un poco de información sobre los códigos de barras

¿Qué son?

Se trata de un patrón o una combinación de patrones, para decirlo de una forma más específica, que abarca, como su nombre lo dice, pequeñas barras verticales y una serie de números con respiros o espacios; por lo común se imprime sobre etiquetas que, a su vez, irán adheridas a objetos con fines comerciales.

Un código puede cifrar toda la información pertinente respecto a un producto, como podría ser: precio, caducidad y descripción, entre otros datos. Mediante un lector, diseñado especialmente para este fin, se muestran los datos que contiene el código.

Resulta innegable la presencia de este tipo de códigos en nuestra vida diaria. En realidad, son tan comunes que lo más probable, para la gran mayoría, es que pasen inadvertidos. Pero, en realidad, al ir a una tienda de autoservicio o un supermercado, y prácticamente en cualquier tienda ya establecida existen productos con códigos de barras impresos o adheridos, así como lectores digitales de los mismos. Y, en fin, son tan comunes que imaginamos a cada código con un mismo patrón, sin embargo eso no es cierto, ya que todas las corporaciones tienen sus métodos particulares para manejar los códigos de barras de los productos que ofertan.

La practicidad de cifrar mucha información en un espacio reducido es la mayor ventaja de un código, los inventarios y el manejo de stock serían mucho más engorrosos si no fuera por ellos, además de que la cantidad y el rango de productos que pueden ofrecerse al público mediante un código de barras es amplia: desde los servicios de correo postal, distintos tipos de comida e, inclusive, rangos más especializados como pueden serlo la medicina han aprendido a sacarle provecho a la combinación de barras, letras y números.

El código de barras es también una de las opciones más inteligentes que pueden implementar las corporaciones, así como las grandes, pequeñas y medianas empresas, puesto que implica una mejoría, refiriéndonos al rendimiento y nivel de trabajo, en los resultados a corto plazo.

Por si a alguna persona no le queda bien claro, vamos a recalcar en el significado del concepto “cifrar”. Si pudiéramos resumir en una oración por qué el hecho de cifrar es importante afirmaríamos lo siguiente: la practicidad para transmitir la información requerida en un espacio breve y determinado es invaluable al momento de manejar y ofrecer mercancía al público.

Para dar un ejemplo concreto: si alguien tomara un frasco de salsa para cocinar algún tipo de pasta italiana y no fuera estrictamente necesario conocer los ingredientes con los que dicho producto está elaborado, un código de barras impreso o estampado al reverso o en unos de los lados del frasco es la mejor opción.

El código por sí mismo no se trata de la información que requerimos, pero al pasar el lente del scanner por encima, se revela toda esta información pertinente.

Otra de las características más notables del código de barras es su exactitud. Podríamos apostar sin mayor riesgo a equivocarnos que la invención de este tipo de marca de reconocimiento nació con el fin de evitar todos aquellos errores que sucedían durante la recolección de información: una sola letra o número fuera de lugar o un documento traspapelado podían convertirse en un pequeño desastre, similar al efecto avalancha donde un problema menor crece de proporciones rápidamente y conforme a su desarrollo. El asunto, para decirlo de una forma simple, es el siguiente: el código de barras simplifica la entrada de información y permite que su manejo sea más preciso y ágil.

Además de que no hemos mencionado otros puntos muy importantes sobre su uso, ventajas esenciales que obtendrán las empresas. ¿De qué puntos hablamos?, se preguntará el lector.

Uno de los primeros que podemos mencionar es el ahorro de dinero, puesto que el diseño y la impresión de los códigos es, en realidad, muy barato y nada difícil de costear; otro punto esencial son las mínimas posibilidades de equivocación que mencionábamos más arriba.

La agilidad que permiten para registrar la información, así como reconocerla y leerla en el momento que se requiera; el scanner óptico es un aparato cuyo manejo es, en verdad, sencillo (no se requiere mayor estudio o análisis para manejarlo), así como su montaje en la ubicación más conveniente.

El tiempo es, ya lo sabemos, un recurso invaluable, puesto que cuando éste es desperdiciado, nunca podrá recuperarse. Si pensamos que el uso del código de barras ha anulado el proceso de captura manual de información y que el lector es un aparato verdaderamente ágil, el ahorro del tiempo será inevitable, lo cual abre puertas para conseguir más dinero o invertir ese tiempo libre en un mejor servicios al cliente o en los procesos de trabajo y producciones particulares de cada empresa.

Una consecuencia lógica de todas las herramientas de trabajo de las que puede servirse cualquier empresa o negocio que brinda un servicio al público es el hecho de poder optimizar éste, claro está, en un proceso constante de mejora, debido a un análisis más preciso de los resultados obtenidos y el efecto que tienen las herramientas que se ocupan en el resultado esperado. En otras palabras, nos referimos al control de calidad, el cual dejaría mucho que desear o será en verdad más complejo su manejo si no existiera el código de barras.

En TEC Electrónica hemos destacado por ser líderes en el mercado nacional; contamos con impresoras, lectores y software de primera calidad para trabajar con todo tipo de código de barras.

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