En entradas anteriores de este blog describimos a grandes rasgos los diferentes tipos de código de barras que existen y las ventajas que representa su uso en diferentes entornos, a partir de la precisión de lectura que ofrecen y la cantidad de información que pueden contener. En esta ocasión hablaremos exclusivamente del código bidimensional QR o “Quick Response Code”, ofreciendo una breve descripción general y técnica de esta simbología que comenzó a utilizarse desde 1998 y que a partir del 2005 ganó mayor popularidad entre el público en general.
El QR Code es una simbología bidimensional autónoma compuesta por módulos cuadrados claros y oscuros contenidos dentro de un patrón también cuadrado que presenta buscadores de patrón en tres de sus cuatro esquinas. La principal ventaja de este tipo de simbología es que, a diferencia de los códigos de barras lineales que por lo regular sólo son capaces de almacenar alrededor de 20 dígitos como máximo, los QR pueden codificar hasta 7,089 caracteres.
Además, pueden manejar todo tipo de datos y no exclusivamente caracteres alfanuméricos, llegando incluso a trabajar con caracteres e ideogramas japoneses, códigos de control y símbolos binarios. La cantidad máxima de caracteres numéricos que puede almacenar el código QR es de 7,089. El límite en caracteres alfanuméricos es de 4,296, y en código binario de 8 bits es de 2,953 bytes.
Una de las razones por las que el código QR tiene mayor capacidad de almacenamiento de datos es que puede llevar información tanto en sentido horizontal como vertical y codifica la misma cantidad de datos en lo que será una décima parte del espacio que se necesitaría en los códigos lineales.
Esta característica permite que el tamaño de impresión de los códigos sea reducido, lo que representa un menor gasto y desperdicio de consumibles para la generación de etiquetas. Por otra parte, el motivo por el que soporta caracteres kanji y kana es que es un código desarrollado en Japón con la finalidad de agilizar el rastreo de piezas para ensamblar automóviles, de ello que sea capaz de codificar caracteres JIS nivel 1 y 2 y caracteres kana o kanji en 13 bits.
Todos los códigos QR tienen una forma cuadrada y como hemos mencionado, contienen módulos claros y oscuros, así como buscadores de patrón en tres esquinas. Es gracias a estos buscadores que los códigos QR son neutrales respecto a la orientación al momento de lectura, es decir, para escanearlos con un lector de código de barras no es necesario alinearlos en sentido vertical u horizontal, ya que el propio código ofrece la información necesaria al software para que los oriente y haga posible su decodificación.
Los buscadores de patrón tienen una forma cuadrada que facilita la orientación rotacional y ofrece al lector el sentido del tamaño y orientación del QR Code en caso de que se escanee en ángulo. De hecho, son estos tres cuadrados los que permiten diferenciar este tipo de código a simple vista de otras simbologías como el Data Matrix y el Aztec Code que también contienen la información en bloques claros y oscuros.
El tamaño de los QR Code se puede adaptar a diversos contenidos de datos, pero sus dimensiones oscilan entre módulos de 21 por 21 hasta de 177 por 177. El rango de las dimensiones de los códigos se determina por el tipo de aplicación que se le dará y es necesario considerar la relación del ancho y altura con el equipamiento del que se dispone para la producción y lectura de este tipo de simbología. Es importante mencionar en este punto que el código cuadrado está rodeado por un área en blanco, conocida como área muda, que permite al escáner la detección de los cuadrados de ubicación utilizados como referencia para decodificar los datos contenidos.
Una de las características adicionales y optativas de los códigos QR es la reflectancia invertida, lo que quiere decir que los símbolos se leen de tal manera que la imagen resulta clara sobre un fondo oscuro u oscura sobre un fondo claro. Además se pueden configurar como imágenes en espejo, lo que hace que al momento de leer el código con ayuda de los patrones buscadores de arriba a la derecha, de arriba a la izquierda y de abajo a la izquierda, se intercambien las posiciones de fila y columna de los módulos para su decodificación.
Otra característica adicional es el anexo estructurado, el que permite representar archivos de datos en forma continua y lógica en un máximo de 16 símbolos para su escaneo en cualquier secuencia sin que ello afecte su reestructuración. Por otro lado, la implementación de esta simbología permite adaptar requerimientos específicos de la industria en cuestión, ya que se pueden utilizar conjuntos de caracteres que no pertenezcan a los conjuntos predefinidos e interpretaciones de datos, como pueden ser datos compactados por esquemas de compresión.
Además de las mencionadas, otra de las características del código QR es su capacidad de corrección de errores para la lectura de los datos a pesar de que el código esté dañado o sucio. Los usuarios de esta simbología tienen la posibilidad de elegir la capacidad de corrección de errores del código QR, sin embargo, hay que tener en consideración que entre mayor capacidad de corrección de errores tenga, la cantidad de datos que contenga el código incrementará.
La selección del nivel de corrección de errores depende tanto del tamaño del código como del entorno operativo y se recomienda que en lugares donde el código pueda ensuciarse se opte por un nivel más alto para que se facilite su lectura. Cabe mencionar que la corrección de errores se hace mediante la adición de un código llamado Reed-Solomon del que hablaremos a detalle en futuras entradas.
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