Sistemas de administración de medicamentos basados en códigos de barras

Codigo de barras

Una de las principales necesidades de las instituciones de salud es contar con un método eficaz para organizar la información concerniente al paciente y poder consultarla en el momento en que se precise de manera fácil y rápida. La organización de la información es un factor clave para ofrecer un servicio médico de calidad pero lamentablemente, debido a las numerosas actividades que se desarrollan en hospitales, clínicas y centros de salud y a la gran cantidad de pacientes que atienden día con día.

Las capacidades de los métodos tradicionales para organizar dicha información se ha visto rebasada. Por ello se tiene que recurrir a nuevas técnicas que permitan mejorar la gestión de información y de esta manera, incrementar el nivel de seguridad de los pacientes que se atiendan en la institución de salud en cuestión.

En este sentido, la implementación del uso de códigos de barras en instituciones de salud se ha convertido en la mejor alternativa. Los códigos de barras, tal y como los conocemos en etiquetas para identificar los precios de productos en el supermercado, con una aplicación en hospitales y clínicas, permiten mejorar la organización, incrementar la eficiencia y la confiabilidad de los procesos, así como reducir tiempo, esfuerzo y dinero en beneficio tanto de la institución como de los pacientes.

Actualmente, la utilización de códigos de barras en hospitales y clínicas está recomendada por la Asociación Mexicana de Estándares para el Comercio Electrónico (AMECE), para incrementar la competitividad y productividad de instituciones de salud a través del uso de herramientas tecnológicas que basan su funcionamiento en estándares de reconocimiento internacional.

Dentro de una institución de salud, los códigos de barras puede tener múltiples aplicaciones y una de las principales es su uso como medida preventiva para evitar errores en la medicación de los pacientes, siendo éste uno de los problemas más comunes que se presentan en clínicas y hospitales.

Hasta hace algunos años, la única manera en que un doctor o enfermera se podían asegurar de asignar el medicamento indicado a cada paciente en la dosis correcta, por la vía adecuada y a la hora exacta era consultando el registro del paciente en el archivo de manera manual.

En caso de que algún documento se hubiera traspapelado o que el encargado hubiera olvidado llenar el registro, las probabilidades de que al paciente se le administrara un medicamento equivocado o en la dosis incorrecta se disparaban, factor que supone un riesgo elevado en el tratamiento de cualquier padecimiento e incluso ha costado cientos de vidas y millones de dólares en demandas a instituciones de salud.

Para acabar con este problema, los hospitales han comenzado a instalar sistemas de administración de medicamentos basados en código de barras. Dichos sistemas tienen diferentes niveles de automatización según el tipo de infraestructura con el que cuente la institución y pueden ir desde etiquetar los medicamentos con códigos que se escanean al momento para verificar y registrar la administración del medicamento, hasta una codificación especial para programar automáticamente equipos de administración de medicamento en frecuencia, dosis y tiempo preestablecidos.

Un ejemplo de aplicación de código de barras en sistemas más sofisticados es en la configuración de bombas intravenosas programables, aparatos que a pesar de tener un control automático sobre la administración de los fármacos, pueden llegar a ser peligrosas si no se programan correctamente.

Es en este punto donde entran los códigos de barras pues, como ya mencionamos, cada código se asocia con un grupo de información que puede no sólo contener datos sobre el medicamento, sino también comandos para programar automática y correctamente el funcionamiento de la bomba, de manera que se asegure la administración del medicamento según la dosis y frecuencia indicada.

Existen ciertos requerimientos básicos para que un sistema basado en código de barras sea eficiente, como lo son la calidad en la impresión de las etiquetas, el escáner que se emplee para su lectura y un servidor para la creación de formularios electrónicos que incluya información del paciente, la orden del fármaco y datos para el control de la administración del medicamento.

Idealmente, el sistema que se emplee para el etiquetado debe permitir procesar los datos del sistema de farmacias para convertirlo en códigos de barras y texto, ser fácil de implementar, usar y mantener, además de operar rápidamente, así como ofrecer una calidad alta en la impresión de las etiquetas. Por su lado, el sistema utilizado para crear la base de datos, debe contar con una interfaz de usuario simple y facilitar la integración y el procesamiento de datos entre servidores.

Una vez que se ha instalado el sistema, su modo de operación sería el siguiente: las etiquetas de código de barras, tanto en las pulseras de los pacientes como de los medicamentos, se leen en el punto de atención de salud por el personal de enfermería a través de terminales portátiles inalámbricas.

Los datos escaneados se envían por red inalámbrica al sistema electrónico que, al interpretar el código, verificará si el paciente debe recibir el medicamento detectado en ese momento. Con este simple procedimiento se garantiza la seguridad del paciente y se economiza el tiempo requerido para la actualización del registro de cada uno de los pacientes, pues el proceso se vuelve automático.

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