Consecuencias de los problemas de impresión

Impresoras de etiquetas

En entradas anteriores de este blog hemos hablado de los diferentes tipos de impresoras para tickets y etiquetas que existen actualmente en el mercado y de la manera en que la elección del equipo de impresión adecuado puede tener un impacto positivo en los flujos de trabajo y en la productividad de los entornos en que se adopte determinada solución de impresión.

Como es de suponerse, la elección de una impresora de etiquetas y tickets depende de las necesidades particulares del entorno específico en que se utilizará y por ello conviene evaluar las características del entorno del trabajo y considerar otros factores, como costos de procesos, consumibles, mantenimiento y tiempo de vida del equipo, esto con la finalidad de reducir la probabilidad de que existan problemas de impresión.

Por lo regular se habla de la necesidad de evitar problemas de impresión al momento de generar etiquetas, tickets, recibos, facturas, órdenes de pago y otro tipo de información y documentación que debe asentarse físicamente, ya sea para dar un seguimiento a los productos en el proceso de producción o en la cadena de suministros para los clientes, sin embargo no se especifica cuál es el coste de este tipo de problemas.

La importancia de evitar problemas de impresión radica precisamente en reducir posibles errores de producción y retrasos en el flujo de trabajo, factores que afectan directamente los niveles de productividad de cualquier industria y empresa, y por tanto, pueden generar importantes pérdidas económicas.

Para producir la documentación necesaria en entornos de trabajo donde se desarrollen procesos de almacenamiento, distribución, embalaje y entrega, por lo regular se adoptan soluciones automatizadas, aunque estas no siempre operan de manera óptima, ya sea porque no se integran correctamente con los sistemas preexistentes en la empresa, o bien, por una mala elección del equipo de impresión a utilizar.

Por lo anterior, la primera medida que se debe tomar para evitar los problemas de impresión es la elección de un equipo que responda a las necesidades del entorno en el que operará, que ofrezca flexibilidad en su instalación y conectividad y que sea compatible con los sistemas a los que se integrará. Factores como la tecnología de impresión, tamaño máximo y mínimo de impresión, tipo de consumibles que utiliza, velocidad de impresión y diseño y posibilidades de personalización de soluciones se deben evaluar para comparar entre diferentes modelos antes de adquirir una impresora de etiquetas.

Además de la elección de una impresora que reúna todas las características necesarias para operar correctamente, se debe contemplar que para reducir las posibilidades de que se generen problemas de impresión lo ideal es que se utilice una impresora dedicada a atender las necesidades del área de producción, en lugar de utilizar el mismo equipo de la oficina.

Con esto se evita la pérdida de tiempo productivo, pues para realizar la impresión de documentos y etiquetas es necesario cambiar constantemente el soporte, además de que las opciones de consumibles presentan ciertas limitaciones, principalmente en cuanto a tamaños y materiales. Por otra parte, si se comparte la impresora para recoger cada trabajo de impresión es necesario trasladarse desde el área de producción hasta la oficina, lo que representa una gran pérdida de tiempo y por ende una disminución en la productividad.

Para evitar este tipo de complicaciones algunas empresas imprimen al inicio del día todo el material que necesitarán para realizar el etiquetado de piezas, solución que no resulta del todo funcional y que dista de optimizar los flujos de trabajo. La principal desventaja de la pre-impresión es que se trata de una solución inflexible, pues en caso de que se modifique algún dato en las órdenes de trabajo, o bien, se esté manejando información variable.

Se tendrán que reimprimir todos los documentos que estén relacionados con dicho dato, lo que da como resultado material y tiempo desperdiciado. Por otra parte, la pre-impresión puede generar otros problemas en el área de producción, como errores en el etiquetado de las piezas o productos finalizados, lo que resulta poco común cuando se trabaja con un esquema de impresión bajo pedido.

Son los errores al momento de etiquetar componentes, piezas y productos terminados los causantes de otros problemas mayores. Por ejemplo, en caso de que el error de etiquetado se dé durante el montaje de una pieza o algún componente de un trabajo en proceso, se puede generar un producto final con una configuración incorrecta.

Este error puede pasar desapercibido hasta el momento en que se entregue el producto final al cliente y derivar en la solicitud de revisión del producto o el desecho del mismo, lo que representa importantes pérdidas. Por otro lado, si en el etiquetado de productos terminados se cometen errores, los inventarios presentarán imprecisiones y al realizar el envío del producto al cliente nos enfrentaremos con otros problemas que pueden ir desde quejas hasta multas o penalizaciones importantes.

Por todo lo anterior, lo más recomendable es utilizar una impresora especial para el área de producción o contar con equipos portátiles, esto para mejorar la conveniencia y productividad a través de la impresión de etiquetas y tickets en el momento y lugar preciso donde se necesiten.

Con este sistema de impresión sobre pedido se reducen costos al disminuir el número de piezas o productos mal identificados o sin etiquetas, al reducir los desperdicios y las revisiones y los costos que representan las correcciones de órdenes erróneas. Además, permite ahorrar tiempo, tanto en la generación y recolección de la etiqueta como en el cambio de consumibles, y en algunos casos, se reducen los gastos en suministros que representaría el uso de una impresora convencional de documentos.

Todos estos ahorros permiten compensar el costo inicial de la impresora y obtener un retorno de la inversión en menos de un año. Obviamente, el recuperar pronto el costo del equipo no es todo, sino que debemos calcular el costo total de pertenencia del equipo, llamado comunmente “TCO” por sus siglas en inglés. Este costo incluye todos los gastos relacionados con la impresora durante su vida útil, tales como el costo de la energía eléctrica, refacciones y consumibles.

En el caso particular de las impresoras de etiquetas TOSHIBA que cuentan con cabezales de impresión tipo “Flotante” (o “Near Edge”), el TCO es uno de sus puntos fuertes precisamente, pues sus cabezales duran el doble que los cabezales planos que utilizan las otras marcas, y al mismo tiempo tienen un costo de aproximadamente el 50% del costo de otros cabezales. Esto, junto con accesorios que permiten ahorrar hasta 50% en cintas de transferencia y otras ventajas competitivas, hacen que la oferta de TOSHIBA sea muy interesante al comparar objetivamente.

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