Sobre las etiquetas

Etiquetas¿Para qué sirven? Para empezar son una forma de dar un mensaje, claro y de forma breve. Ese mensaje puede ser una advertencia, un anuncio o una descripción. En el ramo comercial sirven para brindar información sobre un producto en particular.

También existe la opción de hacer que agilicen los procesos de inventariado y la identificación y especificación de cada producto, nos referimos, claro está, a los códigos de barras.

Hay muchas clases de etiquetas y la forma de determinar cuál es la que ocuparemos la definen los factores a los que ésta estará expuesta, ya sea el tiempo que vayamos a requerir que se encuentren impresos los datos, el tipo de bodegas o almacén en que estará el material (si es un ambiente húmedo, caliente o seco), por no mencionar el tipo de material sobre el que se adherirá (no es lo mismo si se trata de vidrio, plástico o madera), la clase de pegamento y finalmente el formato (es una etiqueta vertical, horizontal, pequeño formato, gran formato, etcétera).

Es interesante analizar también la implementación de distintos materiales, dependiendo del gusto o las necesidades de la empresa en cuestión. Tenemos por ejemplo el papel térmico, el cartón, el tejido y el hule o algún derivado plástico entre los materiales más populares.

Hay dos formas para imprimir etiquetas, ambas manipulan el calor, sólo que una lo hace mediante una transferencia y otra de forma directa. Pero mejor, vayamos por partes. Las de tipo directo tienen un componente que hace una reacción ante un estímulo térmico, lo cual permite plasmar el diseño en cuestión sobre la etiqueta.

Es una forma muy práctica de impresión, aunque su duración puede ser relativamente  breve (meses en el caso de papel de bajo costo y 5 o más años en el caso de papel tratado con mejor calidad) y no tolera tan bien algunos climas o ambientes no favorables. Por ejemplo, el dejar las impresiones al rayo del sol puede causar que se degrade el papel decolorándose la impresión y/o haciendo que el papel se torne amarillento.

En las impresiones de transferencia térmica también influye el calor, como ya habíamos mencionado, sólo que no se aplica el calor directamente a un papel tratado químicamente para reaccionar al mismo, sino a una cinta con una capa de tinta, la cual se derrite y funde en las etiquetas, ya sean de papel, poliéster u otros materiales. La ventaja es que las impresiones pueden ser más durables, por ejemplo, al realizarse sobre etiquetas de poliéster plata con una cinta de transferencia térmica con una formulación de resina.

¿Alguna vez ha escuchado el término facestock?

Es común escuchar que lo nombren en la industria y hace referencia a la capa externa o primera capa sobre la que se imprimen los datos que llevará la etiqueta. Las técnicas de impresión térmica descritas anteriormente pueden aplicarse al facestock y llevar algún tipo de recubrimiento especial para ampliar el umbral de resistencia de la impresión a factores adversos.

Adhesivo:

El último elemento que conforma a las etiquetas es el pegamento o el activo que logrará la adhesión. Para elegir el mejor, debemos saber antes que se dividen conforme a su capacidad y los ingredientes o elementos que a su vez lo conforman.  Hay, por ejemplo, potencias de pegado: desde aquellos que al ocuparlos harán prácticamente imposible retirar las partes que han sido pegadas, los que pueden retirarse para ser pegados en otro sitio, en caso de cometer algún error, o ser despegados y pegados nuevamente.

Hay dos tipos básicos de pegamentos: los permanentes y los removibles. Los permanentes hacen que la etiqueta no se pueda remover más que con el solvente adecuado y son utilizadas para aplicaciones como identificación de activos en empresas. Por otro lado, las etiquetas removibles pueden pegarse dos o tres veces en lugares distintos sin perder su adhesivo y sin dejar casi residuos del mismo y se utilizan en muchas aplicaciones, tales como el etiquetado de libros y artículos de vidrio.

Hablando de aplicaciones especiales, también existen etiquetas de seguridad que cuentan con un adhesivo permanente y al ser removidas se rompen o incluso dejan un residuo con la leyenda “VOID” (inválido). Los distintos tipos de pegamento pueden requerir de un tiempo establecido para secarse, este tiempo puede variar notoriamente entre una marca y otra y puede abarcar desde un par de horas hasta un día entero.

Composición del Adhesivo:

En cuanto a la composición del adhesivo, existen los que tienen base de agua, base de acrílicos  y base de goma.

Si las etiquetas a imprimir se utilizarán en ambientes con alta humedad, tales como congeladores o refrigeradores, se deben evitar los adhesivos basados en agua, pues las etiquetas se desprenderán sin importar a qué tipo de superficie hayan sido aplicadas. Los adhesivos basados en agua deben utilizarse solamente en ambientes secos.

Por otro lado, los adhesivos basados en acrílicos ofrecen la ventaja de que se pueden reposicionar fácilmente al aplicarlos para alinearlos, por ejemplo, pero una vez que el pegamento seca, su unión es permanente. Las etiquetas con este tipo de adhesivos se emplean en productos duraderos que requieren etiquetas que soporten el paso del tiempo y el manejo frecuente por el usuario.

Los adhesivos compuestos principalmente de goma son preferidos ampliamente por su gran fijación, sin embargo no son adecuados para aplicaciones en las que las etiquetas sean expuestas a rayos UV (luz solar) por largos períodos de tiempo.

En TEC Electrónica tenemos todo lo que necesitas para etiquetar productos, desde las impresoras de etiquetas TOSHIBA hasta etiquetas de todos tamaños y materiales para una enorme variedad de aplicaciones. Contáctanos y recibe nuestra asesoría sin costo.

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