Las fotocopiadoras son dispositivos útiles para todo tipo de empresas, desde oficinas hasta fábricas necesitan generar varias copias de un documento, bien sea para analizarlo cuidadosamente, distribuirlo o tener duplicados de seguridad de alguna información muy importante. Es imprescindible para el adecuado funcionamiento administrativo de las empresas contar con un equipo de este tipo. Pero como cualquier cosa en el mundo, estos beneficios no duran para siempre y tarde o temprano es necesario realizarles un mantenimiento.
Estos dispositivos multifuncionales están diseñados para durar por muchos años y brindar el máximo rendimiento posible en cada impresión y fotocopia que se le realiza, por lo que varios usuarios olvidan que deben brindarles mantenimiento para no perder la calidad de su trabajo con el paso del tiempo. Cuando se dan cuenta de los errores, ya es muy tarde para realizar ajustes y es necesaria una reparación más profunda que en ocasiones es relativamente costosa y hacen que el equipo quede fuera de servicio hasta que es reparado.
Por eso, los responsables de los equipos de cómputo de las empresas deben optar por prevenir y tener siempre en mente cuando es el momento indicado para realizar el mantenimiento de estos dispositivos, de forma que estén en la capacidad de adelantarse a los problemas y evitar que se queden varios días o incluso semanas sin los servicios de alta calidad de los productos Toshiba que ponemos a su disposición en la venta de multifuncionales en CDMX.
¿Qué tipos de mantenimiento requieren?
Estos dispositivos requieren de dos tipos fundamentales de mantenimiento: preventivo y correctivo, ambos son importantes y ocurren en tiempos y modos diferentes; por eso es vital que los aprenda a diferenciar y descubra las acciones que se realizan en cada uno de los momentos.
Mantenimiento preventivo
Se trata de pequeñas acciones que se realizan periódicamente con el fin de identificar la evolución de ciertas fallas que afecten en el mediano y largo plazo al funcionamiento del dispositivo, así mismo, se lleva a cabo una pequeña limpieza que lo optimice. Se recomienda hacer este proceso fuera del horario activo de la empresa ya que, a pesar de que son tareas relativamente simples, dejarán las fotocopiadoras inutilizables por varias horas. Estas son algunas de las operaciones realizadas en este tipo de mantenimientos:
Eliminar el papel atascado
Este problema es muy frecuente y de no corregirse a tiempo, dará lugar a un menor rendimiento y la entrada de polvo a los tóneres; este podrá suceder en dos partes: la más habitual es en el rodillo de salida del papel, donde la tinta está a punto de descargarse sobre la hoja, en este caso hay que tirar del documento con cuidado para evitar que el color caiga en los demás componentes internos de la máquina y afecte su funcionamiento; si no ha llegado esta fase, simplemente deberá tirar del papel hacía atrás hasta que desatasque el sistema.
Limpieza
Tanto los tóneres nuevos como los usados pueden derramar partículas de tinta que cae sobre los componentes internos de las fotocopiadoras, las cuales, en pequeñas cantidades no resultan un problema, pero cuando estas se acumulan comienzan a generar fallas de rendimiento o errores graves que impiden su adecuado funcionamiento; por eso, es necesario abrir el dispositivo y limpiarlo periódicamente dejando en manos de un profesional una limpieza más profunda del mecanismo.
Estas zonas deben limpiarse con un paño húmedo, aire comprimido seco, aspiradora y productos químicos especiales que eliminan todas las manchas y polvo de las diferentes piezas externas e internas de la maquinaria.
Mantenimiento correctivo
Las acciones anteriores impedirán que los errores graves ocurran con mayor frecuencia o en el corto plazo, pero nada impedirá que los daños lleguen en algún momento, en ese punto será imprescindible realizar el mantenimiento correctivo, en donde se actualicen, reparen o reemplacen algunas piezas que se han roto o desgastado y que resultan fundamentales para el funcionamiento de las fotocopiadoras.
Estos procesos siempre deben estar supervisados por un profesional que se encargará de hallar los problemas y solucionarlos de la mejor manera para ponerla en funcionamiento lo antes posible. Generalmente estos daños ocurren de improvisto y suponen un rubro no siempre contemplado en el presupuesto, lo que impide realizarlo a tiempo, por eso recomendamos realizar siempre mantenimiento preventivo. Si una falla estuviese cerca de ocurrir, ya lo sabría usted de antemano y podría preparar una partida de dinero para impedir que el flujo de trabajo se vea interrumpido.
¿Cada cuánto hay que realizarlos?
Algunas personas llegan al consenso de que hay que realizar revisiones periódicas cada dos o tres meses, pero eso depende de la marca y modelo; lo que nosotros recomendamos es revisar muy bien el manual o preguntarnos sobre la frecuencia del mantenimiento preventivo del dispositivo específico con el que usted cuenta. Si desea conocer más información acerca de un producto específico o adquirir sus primeras fotocopiadoras escribiéndonos al formulario que se encuentra en nuestro sitio web o al WhatsApp +52 (55) 4160 4250.
