¿Conviene pasar del código de barras a la tecnología RFID?

En los últimos años, hemos sido testigos del crecimiento de una tecnología de identificación sofisticada que, aunque aún no desplaza a las tecnologías de autoidentificación disponibles, se piensa que reemplazará al código de barras tarde o temprano. No es algo seguro cuándo sucederá esto, pero sí podemos afirmar que los sistemas RFID no dejan de ganar seguidores, debido a las excelentes ventajas que ofrecen.

Comparación entre código de barras y tecnología RFID

La razón por la que los sistemas RFID son considerados como sucesores de la codificación mediante barras, es por las ventajas que ofrecen, no solo en lo relacionado a la identificación y al etiquetado. Por ejemplo, no es necesario utilizar scanners de códigos de barras para leer directamente una etiqueta RFID e identificarla. En función del nivel del sistema, la distancia requerida para su identificación entre el lector y el transponder va desde algunos centímetros hasta decenas de metros.

Con un sistema RFID, un producto es identificado como único. ¿Qué significa esto? Que aquellos bienes que son iguales pueden diferenciarse al usar una clave implícita en su etiquetado. Esto difiere notablemente del código de barras, donde comúnmente se utiliza el mismo número para todos los productos que son iguales. Una razón muy comentada por la que cada vez más empresas hacen a un lado la codificación por códigos de barras y optan por el etiquetado RFID es que esta última es muy difícil de clonar, mientras que una fotocopia basta para clonar los códigos impresos tradicionalmente.

Los códigos de barras han demostrado que mejoran la eficiencia de los negocios, no obstante, no es posible modificarlos tras imprimirse, por lo que consiste solo en una tecnología de lectura. En cambio, el etiquetado RFID cuenta con tags con la capacidad de ser leídos y reescritos, gracias a su memoria, la cual a lo largo de su vida útil es posible modificar libremente.

Otra limitación de la codificación con códigos ópticos es la capacidad de lectura. Tan solo se  identifica un producto a la vez, mientras que la tecnología RFID permite efectuar múltiples lecturas de tags al mismo tiempo. Si se trata de vida útil, esta última es la más durable y presenta menos desgastes en comparación con los códigos impresos cuya legibilidad resulta afectada por diversas causas, dificultando los procesos logísticos o de venta.

¿Por qué adquirir un sistema de identificación RFID?

Pese a lo anterior, el código de barras aún se mantiene como el sistema de identificación automatizada por una sencilla razón: su precio es muy bajo y, en un sistema sencillo de usar. Únicamente se requiere de una impresora, lectores y tags. Esta es igualmente una razón por la que otras personas creen que la tecnología RFID no lo reemplazará, aunque no es motivo para no implementarla y disfrutar sus beneficios, que trataremos a continuación:

Mayor seguridad

Los tags, las etiquetas y las tarjetas RFID tienen un diseño muy sofisticado, por lo que no es posible duplicarlas, evitando así situaciones problemáticas, como los robos hormiga o a mano armada. Cada tag, tarjeta o etiqueta cuenta con un código único, lo que explica por qué es imposible que varias personas cuentan con una duplicación. Esta ventaja es una de las más destacadas si se comparan con los sistemas ópticos o con los de banda magnética, donde sí ocurren muchos casos de duplicaciones. Por tal motivo, las tarjetas RFID son las más convenientes para aplicaciones que requieren alta seguridad.

Inventarios veloces

Como mencionamos antes, el sistema RFID lee varios dispositivos de forma simultánea, lo que ahorra mucho tiempo en comparación con otros sistemas, donde tienen que alinearse los dispositivos para la lectura de cada uno.

Practicidad y agilidad

Se trata de la tecnología más práctica y ágil, debido a que no es necesario pasar la tarjeta por una ranura o hacerlo en la dirección adecuada. De esta manera, se asegura el éxito en la implementación de la nueva tecnología. A ello cabe mencionar la comodidad que proporciona el personal, ya sea de tienda o almacén.

Etiquetas sin deterioro

Al no haber fricciones con los lectores, las etiquetas RFID no sufren deterioro, lo que garantiza su legibilidad y vida útil.

Bajo mantenimiento de lectores

Los lectores del sistema RFID no tienen componentes móviles, como espejos para reflejar un láser, lo que garantiza funcionamientos continuos, sin necesidad de aplicar mantenimientos frecuentes. Esto hace posible su instalación en exteriores y ante diversos factores sin presentar daños, como altas o bajas temperaturas, polvo y humedad.

Aplicaciones y posibilidad de reescritura

Una vez adquiridos los elementos de etiquetado suficientes, no será necesario adquirir consumibles de forma constante. Sus aplicaciones son muy amplias, tanto para la identificación como para la transmisión de datos y la detección de robos y hay algunos modelos que pueden reescribirse, algo importante ante fluctuaciones de precios o en casos donde rotan constantemente los productos. Otras aplicaciones menos comunes, pero que ofrecen notables beneficios son el rastreo y el monitoreo de la humedad relativa y la temperatura.

Si han decidido migrar a esta poderosa tecnología, acérquense a los expertos de TEC ELECTRÓNICA, donde encontrarán todo lo necesario para automatizar sus aplicaciones con RFID. Y si aún prefieren el código de barras, igual podemos suministrarles consumibles, software de etiquetado, impresoras de etiquetas TOSHIBA y lectores, entre otros productos necesarios para su sistema. Para más información, contáctennos al (55) 4160 4200 en la Ciudad de México o envíennos un mensaje de correo a la dirección: tecmexico@tec-mex.com.mx.

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