Cuatro aspectos en los que se diferencian las etiquetas RIF y los códigos de barras

Código de barras

 

Pese a las soluciones tecnológicas de nuestros días, el etiquetado con base en la impresión del código de barras es aún el rey en los sistemas de automatización, no obstante, hay una tecnología que es cada vez más implementada, ya que es superior en varios aspectos que tienen en alta estima los almacenes y tiendas: el etiquetado RFID (Radio-Frequency IDentification).

 

Si aún no tienen alguna de estas opciones de identificación en su negocio, conviene inclinarse por una de ellas, ya que ambas impactan positivamente tanto en la eficiencia como en el ahorro de costes, no obstante, la elección de la solución más conveniente no es sencilla. La mayoría de usuarios potenciales se enfocan únicamente en la rentabilidad y el costo. En este caso, los códigos de barras resultan más ventajosos, pero vale la pena ir más allá del precio.

 

Si están en esta encrucijada, mencionaremos a continuación 4 criterios para diferenciar ambas tecnologías y que descubran cuál es la más conveniente si desean mejorar en grande sus procesos logísticos o de venta.

 

Accesibilidad

 

La accesibilidad debe entenderse en dos sentidos. Uno de ellos se refiere al costo. Como mencionamos, el código de barras es mucho más asequible y, para su funcionamiento, se requiere un conjunto sencillo de impresora, tickets adhesivos, lectores y software generador de códigos. En cambio, la tecnología RFID requiere soluciones más complejas tecnológicamente, haciendo que su precio no sea tan accesible para los pequeños negocios.

 

El otro sentido de accesibilidad se refiere a la forma en que se realiza la lectura. Para una persona cualquiera, ambas tecnologías son muy parecidas, ya que integran lectores móviles o fijos para el escaneado del etiquetado, sin los errores implícitos en la identificación humana, no obstante, difieren notablemente.

 

Las etiquetas RFID pueden escanearse a largas distancias (hasta 10 metros) y no es necesaria una línea directa de visión para ser leídas. Lo importante es que se mantengan en el rango de frecuencia del lector de radio. En cambio, los códigos de barras tienen que colocarse cerca de los lectores de luz y en una posición específica.

 

El etiquetado de códigos impresos permite lecturas eficientes si se colocan en zonas visibles, de lo contrario, es necesario buscar las mercancías codificadas para escanearlas. Por el contrario, el sistema RFID agiliza las lecturas, ya que pueden tomarse sin que la etiqueta en cuestión sea visible. No importa si está bajo un paquete o dentro de él, será posible detectarla rápidamente.

 

Precisión en el recuento de inventarios

 

Una vez más, ambas tecnologías parecen similares en este aspecto, debido a que identifican productos y los rastrean, aunque difieren en que es posible programar una etiqueta RFID para incluir una mayor cantidad de datos. Esto vuelve más precisas las tareas de inventario y seguimiento. Su capacidad de carga de datos es de hasta dos kilobytes, a diferencia de una etiqueta con código impreso que solo identifica activos fijos con un cifrado sencillo. Aquí, la elección depende del nivel de complejidad que deseen en la automatización de sus procesos.

 

Autenticidad

 

Es común que una etiqueta con código de barras sea creada con base en códigos estándar disponibles para el público, permitiendo así que se replique e imprima nuevamente. Esto puede causar confusión en varios sectores, aunque, en general no representa un problema. Por otra parte, una etiqueta RFID permite integrar números únicos de serie, gracias a su amplio espacio, dotándola de autenticidad y un carácter irrepetible.

 

Modificación

 

Los datos con los que los productos son identificados se graban de forma permanente en los códigos impresos, en cambio, los sistemas RFID permiten la lectura y reescritura de datos para que las identificaciones sean más específicas. Esto permite que sean reutilizables y agregar modificaciones a medida que cambien las características de los productos, su utilización o la demanda de los clientes. Tal característica vuelve a la tecnología RFID más amigable con el medio ambiente, evitando la compra constante de papel de impresión y su desecho.

 

Si bien tienen notables diferencias, ambas tecnologías de etiquetado tienen ventajas en común, por ejemplo, disminuyen los errores potenciales en los procesos de contabilización manual. Si se imprimen y diseñan adecuadamente, harán que los inventarios sean más eficientes y mejorará el seguimiento de los productos. El código de barras tiene la capacidad de llevar a las pequeñas empresas al siguiente nivel para que, en el futuro, inviertan en una solución más compleja, como el RFID.

 

En realidad, no deberían verse como antagonistas, sino como tecnologías complementarias. Si prefieren inclinarse por una opción, consideren la profundidad de información que requiere su empresa y la forma en que el sistema será usado en campo.  Realicen una compra informada, lo que requiere la ayuda de expertos que brindan ambas opciones. En TEC Electrónica encontrarán las dos opciones y les asesoraremos para que determinen cuál es la más conveniente para su negocio.

 

En caso de requerir más información o una cotización acerca de nuestras soluciones basadas en códigos de barras o RFID para su almacén o punto de venta, contáctennos a través de la línea (55) 4160 4200 o escríbannos al e-mail: tecmexico@tec-mex.com.mx.

 

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